La cascada de Hueima y la iglesia de Purulón se convirtieron en mucho más que puntos turísticos; fueron el escenario perfecto para una clase práctica de nuestros estudiantes de 4° Técnico en Servicio de Turismo. Guiando con confianza y aplicando sus conocimientos adquiridos en la asignatura de Conducción de Grupos Turísticos, estos jóvenes tomaron la iniciativa de mostrar a sus compañeros de 3° TPT las maravillas y secretos de estos emblemáticos lugares.
El recorrido de hoy no fue solo una caminata entre puntos de interés: se transformó en una clara muestra de dedicación, pasión y profesionalismo. Con relatos apasionantes, datos curiosos y respuestas a inquisitivas preguntas, nuestros estudiantes-guías demostraron estar a la altura de los desafíos que el mundo del turismo puede presentar.
Los alumnos de 3° TPT, por su parte, vivieron una experiencia inolvidable, sumergiéndose en la riqueza cultural y natural de los sitios, y todo gracias al esmero y compromiso de sus compañeros.
Este tipo de actividades refleja la relevancia de combinar teoría y práctica en la educación técnica, evidenciando que el aprendizaje real surge de la experiencia directa. ¡Un aplauso para todos los estudiantes que hicieron posible esta jornada educativa y turística!